El cambio climático es una realidad absoluta a día de hoy. Todas las personas deberían contribuir para conseguir reducir el efecto de este cambio que está sufriendo todo el planeta. Hay una gran cantidad de consejos para ayudar al medio ambiente, pero mediante nuestra alimentación, nos ayudamos a nosotros mismos también.
Mediante nuestra alimentación ayudamos de una manera favorable al cambio climático. Una dieta sana y equilibrada, con abundantes frutas y verduras, y con menor cantidad de carne y alimentos, ayuda a la salud y también ayuda al medio ambiente. Esto ocurre debido a que tomando menor cantidad de alimentos procesados y carne estaremos reduciendo un 25% de las emisiones de gases del efecto invernadero derivados de la alimentación.
Ha habido varios estudios y, prácticamente, todos ellos llegan a la misma conclusión. Tener una alimentación que se basa en frutas, verduras, legumbres y granos es beneficiosa para la salud y para el medio ambiente, ya que se reduciría también el consumo de recursos hídricos, hasta un 55% por persona, utilizados para alimentos como la carne o los alimentos procesados.
Se consume mucha cantidad de agua para criar al ganado, para aceites, azúcares y grasas, pero para cultivar frutas y verduras es más eficiente el uso de esta. Así que, una dieta saludable y equilibrada es claramente doblemente positiva, una situación de ganar-ganar. Las personas serán más saludables y los alimentos que tomen se producen con menor cantidad de agua, ayudando así a uno de los recursos naturales más preciados del planeta.
A partir de ahora, recuerda que cuando estés con tu dieta estarás ayudando al medio ambiente, además de a tu propio cuerpo. La población debería concienciarse de esto, ya que está muy bien lo de ducharse en vez de bañarse, cerrar el grifo mientras se cepillan los dientes u otros muchos consejos de esta índole, pero poder ayudarte a ti mismo y al mundo entero es genial.
